Un poco de Historia.
Fué en 1813, cuando el médico y profesor parisino Le Gallois, sugiere el concepto de perfusión, y la idea de reeemplazar al corazón por una bomba, manteniendo el aporte sanguíneo hacia un órgano aislado.
Posteriormente, Edouard Brown Sequard, demuestra que los músculos de los individuos guillotinados, en fase de rigidez cadavérica, ya no pueden responder a una estimulación eléctrica y que esta función puede ser reactivada durante algún tiempo por medio de la perfusión de sangre oxigenada. En el transcurso de célebres experimentos, espaciados entre 1848 y 1858, Brown-Sequard inyectó su propia sangre a asesinos decapitados.
Edouard Brown Sequard
En 1882, Von Frey y Gruber, en Estrasburgo, construyen el primer dispositivo complejo de perfusión para órganos aislados, siendo el antecedente de las máquinas de corazón-pulmón artificial.
Hubo que esperar a la definición de los grupos sanguíneos por Landsteiner en 1900 y al descubrimiento por Mac Lean, Howell y Holt de la heparina, para comenzar el uso de estos circuitos en clínica.
En 1935, Carrel, que interrumpió sus investigaciones sobre los transplantes de órganos, que le habían valido el Premio Nobel en 1912, presenta a la prensa las conclusiones de los trabajos efectuados junto a Charles Lindbergh, el héroe de la primera travesía aérea del Atlántico.Informaban de la supervivencia de órganos aislados gracias a una bomba de circulación.
Pero es John Gibbon, el padre de la CEC actual.
John Gibbon
En Mayo de 1953, en Boston, Gibbon opera a su primer paciente, un bebé de 15 meses , con una malformación de las aurículas, es un fracaso, aunque posiblemente se debiese a una suma de factores.
Pero en ese mismo mes, opera con éxito, en Filadelphia, a una joven de 18 años de una CIA.
Debido a posteriores fracasos y a su desánimo , Gibbon cede la iniciativa a sus discípulos.
En 1954, en Minneappolis, el cirujano C. Walton Lillehei, opera con éxito, usando la circulación cruzada,entre un individuo sano, un progenitor, y un paciente,su hijo, por un simple sistema de canalización de arterias y venas entre uno y otro, que aseguran la oxigenación y la circulación de la sangre del operado. Más tarde, asocia una bomba de perfusión al circuito. Alcanzaba una
supervivencia del 50%.
En torno a Lillehei, hay un grupo de residentes y becarios, entre los que se encuentran Christian Barnard y Christian Cabrol, que desarrollan el concepto de protección miocárdica, limitandose a disminuir el metabolismo del corazón, refrigerando el conjunto del organismo.
Christian Barnard
En Minnesota, en la clínica Mayo, Jhon W. Kirklin, utilizando el corazón artificial de Gibbon, publica resultados de 250 pacientes operados con muy buenos resultados.
Jhon Kirklin
Es Jhon Kirklin, quien propone la técnica de cardioplejia, deteniendo el corazón con una inyección de potasio, y volviéndolo a activar con un choque eléctrico que provoca la reaparición de las contracciones.
La detención del corazón ya no era sinónimo de muerte.
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